La Roche -Posay encuentra al mejor aliado para las pieles alérgicas

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La Roche-Posay cuenta con un producto que estábamos esperando con desesperación las personas que sufrimos algún tipo de alergia en el contorno de los ojos.

Y es que cada vez somos más las que padecemos algún tipo de reacción a los cosméticos en esta zona de la cara.

Un contorno de los ojos ultra-sensible puede presentar patologías como eccemas en párpados, dermatitis seborreicas o irritaciones ocasionales al utilizar lentes de contacto.

Para tratar las molestias del contorno de los ojos ultra-sensibles, te recomiendo que pruebes Toleriane Ultra Contorno de Ojos, de La Roche-Posay, con Neurosensina y Niacidamina.

Te aportará un cuidado ultra-calmante gracias a su fórmula minimalista que garantiza ultra-tolerancia y una textura hidratante, pero con un acabado ultra-ligero.

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¿POR QUÉ CADA VEZ SUFRIMOS MÁS ALERGIAS?

Más del 70% de las alergias del tipo que san, tienen manifestaciones en la piel: rojez, picor, erupciones…

Leonor Prieto, directora científica de La Roche-Posay, nos desvela algunas claves para entender mejor qué es una piel alérgica y cómo podemos tratarla:

¿Cómo se reconoce una piel alérgica?

Para 3 de cada 4 mujeres, la piel es la principal afectada por la alergia o las intolerancias, por delante de las vías respiratorias. Lo primero es distinguir entre una piel alérgica y una piel intolerante.

Pieles alérgicas: una alergia es una reacción inmunitaria provocada por un alérgeno. Implica 2 fases:

1 Fase de sensibilización a un alérgeno

2 Fase de expresión retardada con motivo de una nueva exposición al alérgeno.

El único medio de evitar las alergias es eludir todo contacto con los alérgenos identificados.

Pieles intolerantes: una intolerancia cutánea es una respuesta inmediata y concreta de la piel frente a una sustancia irritante. A diferencia de las pieles alérgicas, no implica una reacción inmunitaria ni una fase de sensibilización previa. Presentan una barrera cutánea constitucionalmente más frágil y están más expuestas, por naturaleza, a las agresiones exteriores provocando un aumento de la sensibilidad cutánea.

Se caracterizan por ser más vulnerables por naturaleza a las agresiones externas.

¿Cómo podemos cuidar este tipo de piel?

A través de tratamientos dermocosméticos formulados para pieles alérgicas que sigan unos estrictos parámetros de seguridad y tolerancia, sin sacrificar por ello la eficacia.

Evitar los componentes con potencial irritante para estas pieles: perfumes, conservantes, alcohol, lanolina, ácidos de frutas, vitaminas en altas concentraciones…

Utilizar activos calmantes e hidratantes que neutralicen los síntomas y la falta de confort: neurosensina, glicerina, ácido hialurónico, aceites vegetales, aguas termales calmantes y descongestionantes.

Envases herméticos protectores que eviten la oxidación y la contaminación de los componentes de la fórmula, garantizando la máxima seguridad.

Evitar en la medida de lo posible los peelings, las mascarillas desincrustantes o las toallitas limpiadoras,

Reducir los factores desencadenantes: condiciones ambientales extremas, comidas muy especiadas, bebidas alcohólicas…

Mantener una buena higiene de vida: reducir el estrés, buena calidad del sueño, instalar un filtro para el agua, beber litro y media de agua al día…

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